12/28/2006

Feliz Año Nuevo

Bueno, aquí estamos, en el día de los Santos Inocentes, y la verdad, esto parece cachondeo, pero no.

Y dado que es el primero de los que espero sean muchos años por venir, me gustaría felicitar las fiestas a las intrépidas personas que aventuran sus narices por aquí, así que Feliz Año Nuevo, y Felices Fiestas.

Y nada, ya que estamos, dejo aquí mis propósitos de año nuevo, y mi wish list, para a fin de 2007 ver qué he conseguido y qué no.


Bloque 1 - Mejoras personales


  • Ser igual de eficiente (o mejor si cabe) en mi trabajo
  • Pasar a segundo de protocolo sin volverme loca o morir en su defecto
  • Dejar de morderme las uñas
  • Mejorar mi autocontrol
  • Rallarme menos por quien carajo sea que tenga al lado como pareja, si la tengo
  • Aprender a tejer el punto al revés y hacer una bufanda decente
  • Volver a taekwondo, para pegar patadas a algo que no sea orgánico
  • Adquirir el hábito de comprar más ropa y no sólo libros
  • Comer algo más que pipas, cereales y cocacola en casa, pizza y otras basuras congeladas
  • Adquirir los buenos hábitos de la cocina mediterránea (conseguir un cocinero sexy en su defecto).

Bloque 2 - Mejoras en el entorno

  • Castrar a mis gatos para que me dejen dormir
  • Acabar de arreglar mi casa antes de primavera
  • Poner aire acondicionado en mi habitación
  • Ampliar mi biblioteca hacia el techo (porque no queda más espacio)
  • Poner alguna puerta en casa

Bloque 3 - Wish List

  • Comprarme una tele guay para mi cuarto
  • Comprar una tele guay (más grande) para el comedor
  • Comprar los muebles del comedor, para que el comedor sea merecedor de ese nombre.
  • Cambiar el PC para poder jugar al WoW en condiciones
  • Adquirir la edición de coleccionista del WoW
  • Comprar una minicadena para escuchar Flaix y Máxima cuando estoy en la casa
  • Comprar unos buenos patines online, para ir por ahí con Lemon y Grunttt

Bloque 4 - Cajón desastre

  • Viajar más
  • Ir a Madrid alguna vez, pero por placer y no sólo por trabajo
  • Visitar Eurodisney
  • Seguir saliendo de cachondeo con la tropa Asshai

Y bueno, creo que básicamente, esto es todo de momento.

El 2007 no ha llegado, pero ya está cargado de promesas, de cambios y de cosas buenas. Va a ser un buen año, seguro =)

Ya es casi primavera, ya es casi verano...

12/27/2006

Esto también pasará

(c) Marek Hlavaty

Los personajes de mi selección de grandes películas de acción de ayer y hoy, como por ejemplo “La boda de mi mejor amigo”, pronuncian de tanto en tanto frases de esas que alguna vez oyes por ahí y se consideran ya “célebres”…

“Esto también pasará”

Sí, la verdad es que todo pasa, quieras o no. Lo bueno, y lo malo.

Hace unos días bajaba del bus hacia casa, y en el camino de la parada a mi sancta sanctorum me quedé recordando un poco todo lo que ha pasado este año.

La verdad es que este año ha pasado volando, muy, muy, muy rápido. Apenas si me di cuenta de ello. Pero por otro lado, mucho de lo que ha sucedido me parece terriblemente lejano.

Supongo que es lo que tiene la Navidad que le pone a uno melancólico, y hace que rememores qué hacías el año anterior. Pues el año anterior yo estaba en casa de uno de mis ex, haciendo la comida me imagino. Y este año pasé el día de Navidad en mi casa, en mi cama, viendo eso que una vez juré y perjuré que no vería en la vida porque era un palo (uséase: la serie de Lost), comiendo una pizza caprichosa made in Buittoni, en la compañía de mis gatos.

A más lo pienso, más me parece que soy una de esas viejas locas solitarias que viven con felinos xD, con la salvedad de que no soy vieja (aun, todo se andará).

La cosa es que caminando hacia casa aquel día, me parecía mentira todo lo que estaba yo haciendo a principios de año. Quiero decir, que si me hubieran dicho que fue un sueño, o alucinaciones mías y que nunca viví esa situación, me lo hubiera creído.

¿No es curioso? Que puedas llegar a sentir muchísimo por algo o por alguien, pero después ase el tiempo, y que de verdad se borre, y que ya no sientas nada cuando recuerdas aquellos días. Ni rabia, ni dolor, ni tristeza, ni ansiedad… Simplemente nada. Como si nunca hubiera estado ahí.

Y si piensas eso, cuando ha pasado apenas un año… ¿Qué quedará de esos recuerdos dentro de diez? Absolutamente nada, como esos sueños que no recuerdas al despertar y que un día un flash te trae de vuelta.

Por un lado, ese conocimiento provoca un alivio increíble. Tener la certeza de que lo que hoy duele, mañana no dejará apenas rastro… O si no mañana, cuando pase el tiempo suficiente.

Grunttt siempre me decía, el tiempo lo cura todo. La sabiduría del orco poeta.

Estos días está de moda la pregunta esa de “¿qué tal las fiestas?”. Es casi de tan mal gusto como preguntarle a un soltero “¿tienes ya pareja?”. Porque… ¿Qué voy a responder?

- Pues mira verás, una puta mierda, en mi casa, en la cama, viendo la tele. Me he visto los cinco primeros capítulos de Heroes, la primera temporada de Lost, he engordado probablemente un par de kilos y he leído Strangers in Paradise. Ah, se me olvidaba, también estuve en el tanatorio.

Pero claro, ¿queda muy feo decir eso no?

Anyway…

Hay cosas que no pueden esperar y que no entienden de festividades. Supongo que la muerte es una de esas. Está claro que cuando pasa uno piensa “Joder, será por días…” Pero seguro que el primer implicado en el tema, no estaba para nada interesado en que le sucediera nada ni ese día, ni ningún otro. O sí… Qué sé yo.

El caso es que muy a nuestro pesar estuvimos en el tanatorio el lunes y el martes, porque falleció el padre de un amigo. En esos días te das cuenta de la gente que está a tu lado de verdad. Y de las cosas que importan. Y por un momento, por un instante me quedé pensando… Fíjate… Ahí mi amigo con el berenjenal y yo con pensamientos triviales como si le gusto a un imbécil o no.

Supongo que cosas como estas te hacen poner un poco todo en su sitio.

Aparecen personas que no habías visto en meses, y que sabes que después ya no volverás a ver, pero bueno, al menos tuvieron dignidad bastante como para estar en el momento que tuvieron que estar.

Pasa que no pude contener mi lengua sarcástica y me salió del alma la frase “Vaya, vaya, mira lo que nos traen los fantasmas por aquí”… Así soy yo, doña conciliación. Aun suerte que no dije nada peor. Por respeto, supongo.

La verdad es que la experiencia del tanatorio no me gustó nada.

Bueno, claro que… ¿A quien le gusta? Quiero decir, no es el típico sitio al que vayas a leer por deporte (aunque yo me llevara un libro por si las moscas).

No tenía gana alguna de entrar en la sala de velatorio, así que estuvimos todo el rato en la sala amplia de fuera, en los sofás, charlando y riendo en la medida de lo posible. La cosa es que no podías escapar igualmente a la realidad de la situación. A la que te descuidabas pasaban “esas cosas” por delante de ti… Ya sabes… Las cosas esas de madera (por fortuna, cerradas).

No me atreví a ver el bueno… El Eso. No es que tuviera una gran amistad con el padre de mi amigo, la verdad, estaba allí para apoyar a mi amigo y nada más. Para que no estuviera solo. Por un lado sentía el impulso de entrar… Pero por otro… Es como… Mientras no lo ves, puedes negarlo. No vas a tener esa imagen grabada en tu retina. Incluso podrías obviarlo o hacer ver que se fue de viaje.

En cambio… Ponerte ahí delante… ¿Quién querría por voluntad propia? Ver no sé… Que de verdad queda una cáscara y no hay nada dentro. Que ya no se mueve… Joder, me parece muy fuerte. Así que no me atreví a entrar.

Al día siguiente tuvimos el resto del velatorio y la misa. En fin… Me entró un cierto remordimiento de conciencia… ¿Pasará algo por que una atea esté en la misa de un difunto cristiano? Quiero decir… Yo no rezaba. Pero bueno, como dice Grunttt el funeral es para los vivos, para ayudarles a pasar el trago y seguir adelante.

La única cosa con la que estoy de acuerdo de todo el discursito del cura fue que morir es la última cosa que hace un vivo. O algo así.

Después, fuimos directos ya al cementerio a dar por concluida la ceremonia, con todo lo que ello conlleva.

No sé. Parece un poco irreal. No me acabo de imaginar el día que le pase por ejemplo a mi familia. Lo único que pasaba por mi cabeza era… Cualquier día (lejano, esperemos) estaré yo ahí. Quiero decir… No en el sofá sentadita. Si no en… Bueno, Ahí.

Joder, espero que no se le ocurra a nadie jorobarme la “existencia” con una ceremonia cristiana. A mí que no me rocíen con agua bendita ni echen los sermones esos, ni hagan la clase de aeróbic gratuita a quien me venga a despedir. Tanto “levántense, siéntense”. No sé. Supongo que con que me despidan, dejen el Eso cerrado, con una foto mía si acaso encima (por los buenos tiempos), rodeada de mis amigos y mis gatos (o un álbum de fotos ya puestos), basta. Y que no sermoneen a nadie, que yo ya sé que no hay vida eterna. Y después yo qué sé… Que la gente se vaya de fiesta.

Que no estén tristes y que piensen que eso también pasará y que un día recordarán todo como una cosa más. Porque supongo que si profundizas mucho, acabas volviéndote loco. Y conociendo a mis amigos, si son ellos quienes vienen a despedirme (que espero que sí, porque eso querrá decir que no tengo que despedirlos yo), convenimos todos que no necesitamos que estén más locos.

Anoche, la verdad, no dormí bien. Me desperté unas cuantas veces… Y me quedé pensando… Joder, si yo siento esto y no duermo bien… Qué no sentirá mi amigo. Supongo que ahora lo que toca es estar todos juntos. Y apoyarle. Porque para eso estamos.

En fin.

Ya te digo, vaya navidades.

Lo gracioso es que los fantasmas siguen apareciendo.

Hoy incluso mi anterior ex. El que originó el presente blog, de hecho. Fue una especie de reencuentro así entretenido. Teníamos un par de cosas pendientes que finiquitar.

El caso es que me dijo que no sabía bien, bien, si hablarme o no, porque sabe que soy rencorosa y pensaba que le odiaba.

Hombre, realmente, odiarle, odiarle, lo que se dice odiarle, pues no. A ver, la verdad es que sentí algo muy parecido a eso al principio. Además estaba convencida de que me la había jugado.

Me dijo que era libre de creerlo o no, pero no había sido así. Más vale tarde que nunca, dicen. Aunque es lo que le respondí esta mañana: que realmente, ahora ya no importa, pero aprecio el detalle.

Y es curioso, porque de todo eso que sentía, no queda nada. Me asombra, en serio, la capacidad del ser humano de olvidar. Dicen que si ahora nos salieran todos los dientes, como cuando éramos pequeños, nos moriríamos del dolor. Supongo que esa es de las primeras experiencias que uno aprende a dejar atrás. ¿Quien quiere recordar un mal trago?

No sé… Supongo que cuando algo no funciona, pues no funciona. Y punto. Quiero decir, ¿qué más da buscar de quien es la culpa? En el fondo el resultado es el mismo.

Y cuando ya no sientes nada por esa persona, puedes hablar con ella como con cualquier otro ser sobre la faz del planeta. Supongo que no tienes porqué destrozarlo. Ni hacer ver que no existe. Ya se encargará el alzheimer de eso dentro de unos años.

Supongo que debe ser la madurez fruto de las primeras canas. La sabiduría inherente al blanco, qué sé yo.

Debería hacerme una camiseta con: “Yo sobreviví a mi Primer Ex, al El Dibujante, al Panadero Informático, a la Hija del Fuego, al Informático Loco, al Capitán Nemo, y sobreviviré al próximo (o próxima, que no lo descarto)”. Si acaso me pido una XXL, que al paso que voy… A los 80 no sé cuant@s Ex tendré xD

Y que me entierren con ella xD y en tanga. No me quiero imaginar a una yaya vestida así… Realmente, mejor que no abran el Eso cuando me velen xD

Iremos haciendo marcas en la camiseta, como los cowboys hacen muescas en la culata de las pistolas.

Ahora que tengo que decir, que me siento muy satisfecha de que hasta la fecha no llevo los cuernos puestos… Que, la verdad, era casi lo que más me jodía del asunto. Ysondra y su Ego. Qué le vamos a hacer.

Nada dura para siempre. Ni las alegrías, ni los pesares.

Esto, sea lo que sea, también pasará.

12/21/2006

Strangers in Paradise

(c) Terry Moore

Últimamente se me ha dado por leer Strangers in Paradise, así que estoy devorando ávidamente los tomos. La semana que viene no me quedará nada por leer... Así que tendré que pensar seriamente en importar los números que falten de USA, o morir de desesperación.

Terry Moore es un gran escritor, un guionista genial que sabe emocionar... Por ejemplo:

If You're Leaving Me

If you're leaving meplease don't tell me.
You're still pleasing me.
Do I fail you?
I will wonder today
If tomorrow you'll stay.
I can hear your voice turn cold
When you turn to me I know
I'm the one who won't let go
Are you blaming me for holding on
When you let me know

It's my last chance
And I know it's gone.

If you're leaving me
please don't tell me.

You're still pleasing me.
Do I fail you?
I will wonder today
If tomorrow you'll stay.

©1997 Terry Moore


A Distant Scream

Somedays I think
I'm going to give it all away
Find a job that pays
Some letters behind my name.

Somedays I'll be
Standing at a mirror looking in
Your face starts fading in
The feeling comes again.

I guess I'll always be
The losing side of you.
Your mismatched other shoe
Your after midnight blues.
Love is a mystery to me
A loser's dream.

These days
Are spent in hot desire to be the way I was
To ride the magic bus
To try and stay in touch.
Afraid
My face is just a memory to those I knew.
An influential clue
To what they have to lose.

I guess I'll always be
The losing side of you.
Your mismatched other shoe
Your after midnight blues.

Love is a mystery.
To me a distant scream.


Words and Music by Griffin Silver
©1997 Dancers In The Valley Music, Inc.

No hay nada como el hogar...

- Totó, quiero volver a Kansas...

Sí, la verdad, no hay nada como el hogar.

La experiencia por Blogsome no me ha acabado de agradar, así que me vuelvo al redil, que no lo llevaba tan mal.

Mujeres...

No hay quien las entienda...

12/14/2006

Dormida

(c) Jacob Probelski


Se despierta, y contemplándose ante el espejo no ve más allá de sus ojeras y esas, las arrugas en su cara, marca de una noche de sueño en la cama.

No, no hay señal de descanso alguno en su rostro.

Gira su cara observando mejor las señales inequívocas de otra noche intranquila. La falta de calma empieza a mellar su cuerpo tanto como melló tiempo ha su espíritu. Pero no tiene más remedio que fingir y salir a la calle.

Sonríe ante el espejo. Sin gracia. Sin gana alguna. Quien no la conozca pensará que se trata de una sonrisa sincera, no así sus amigos. No hay brillo en su mirada cansada.

Otro día más lanza su ropa sobre la cama, no es más que una bola de tejidos arrugados que, además -y muy a su pesar-, tiene que planchar.

No, no son tareas placenteras de realizar a las seis y media de la mañana.

Mecánicamente se dirige a la cocina, enciende la plancha. Arregla su traje y se viste. Sin ánimo, sin emoción.

Dirige sus ojos a la cama vacía, ensimismada una vez más. No recuerda cuánto tiempo hace ya… Tal vez un mes… Y la mitad sigue tan hecha como siempre, perfecta, intacta.

Ya no duerme en “su” mitad de la cama, prefiere dormir en la mitad en que yaciera él. Absurda forma de tortura, pero, ¿no es acaso tortuoso el ser humano?

Ya está lista, ya está preparada. Viste su sonrisa por la calle como una máscara, como la ropa que, sin ser de su estilo, lleva cada mañana por imperativo profesional. Recoge una bolsa que había tendida sobre la cama.

Cruza el pasillo, abre la puerta y atraviesa el umbral, no sin antes echar un último y bucólico vistazo atrás. Cierra la puerta pasando la llave tras de sí.

Se encamina a la parada de bus como cada mañana.

Se sienta, mientras coloca los auriculares de su pequeño aparato de música.

Se queda mirando la ventana, contemplando las calles pasar… Las personas, grises, vacías, que se le antojan desde tiempo ha sin color… Oyendo la música sonar, a lo lejos, de fondo, saltando de canal en canal.

No, no hay nada que llene ya su corazón.

Se pregunta si acaso no es posible que uno caiga en la trampa de su propia mentira. Si, tal vez, haya escondido tan bien sus sentimientos que no sea ya capaz de encontrarlos o quizás los haya hecho realmente desaparecer.

Busca en su interior, pero no hay nada. No hay tan sólo una sonrisa para su recuerdo de él. “¿Qué nos ha pasado? -se pregunta- ¿Será verdad que ya no siento nada?”. Y nada se remueve en su interior. Ni un mísero halo de alegría o calidez tiene ya dentro.

Se entristece al contemplar la bolsa.

Sobresalen las puntas de algo parecido a dos agujas, testigos únicas de sus arduos intentos de crear su propio regalo de Navidad para él. Será posible que, punto a punto, ¿se haya escurrido todo lo que sentía entre la lana? ¿Qué de tanto pensar, al final, realmente no sienta nada? ¿Qué se haya curado cual milagro, la tristeza malsana?

Cambia la canción en la emisora de radio, oye un débil susurro en su corazón.

No, no se ha librado de él todavía.

¿Por qué sentir esa contradicción?

¿Por qué no olvidar?

¿Por qué la persigue?

De noche, de día…

Despierta, dormida…

No hay forma alguna de escapar. No hay sitio alguno donde huir. Por un momento sonríe con pesar. Quizás no quiere huir, ella. Quizás simplemente quiere volver atrás, al bulto a su lado en la cama. A contemplar su cara. A las risas de la mañana.

No, no está apagado pues el fuego en su interior.

Su máscara es máscara sin más. No ha olvidado, sólo duermen sus sentimientos escondidos en algún rincón.

Sonríe nuevamente.

Al menos, alguien; al menos, algo; duerme.

12/09/2006

The Point

Hacía ya un tiempo que no me dedicaba a escribir.

Vengo asumiendo que, sinceramente, para mí escribir es una terapia y lo hago en especial cuando me siento como una mierda (que no es –exactamente- el caso ahora mismo, pero que bueno, no estoy en mi mejor momento).

Imagino que este tiempo sin escribir ha sido por dos cosas: la primera, porque no lo necesitaba, y la segunda, porque cuando lo empecé a necesitar nuevamente, no quería afrontar el problema.

No sé… Qué quieres que te diga…

Últimamente mi cabeza está llena de malos pensamientos. En general casi todos ellos referentes a la porquería de vida que tenemos y la bazofia de mundo que habitamos. Toda una iluminación, lo sé, como si nadie más lo pensara…

Y el hecho es que al final llegas a la conclusión de que realmente la vida es un cúmulo de malos momentos con algún par de momentos estelares que te dan fuerzas en extrañas ocasiones…

Estuve meditando al respecto de la inmortalidad… De hecho, lo que antes se me antojaba una bendición, es hoy por hoy, el peor castigo que me podría acontecer. La inmortalidad está muy bien cuando todo va genial, pero no nos engañemos… La vida es una porquería, así que antes se acaba, mejor. A qué alargar los trámites.

No digo que la vida no tenga sus cosas buenas, pero en mis momentos de bajón, tiendo a pensar que cuanto antes se finiquite, antes me quedo en paz. Llevo ya veintiocho años sobre la faz de la tierra. La mayor parte de ellos los he dedicado a estudiar. El resto a trabajar, y ahora a pagar facturas (y a intentar estudiar a ratos). Y pienso… Joder… Si los próximos 70 años de mi vida van a ser así… Coño, te juro que no los necesito.

No me suicido porque soy cobarde, claro. Y porque me figuro que en el fondo creo que no vale la pena y que aunque suena a tópico, la vida es una y hay que vivirla. Dice Nashiel total, tiempo de morirte siempre lo tienes. Aunque a veces pienso, si mañana no me despertara, tampoco me importaría (eso sí, que no me duela). Aunque a ver quien cuida a mis gatos.

Cuando me pongo así, los amigos intentan que me enfoque en las cosas buenas y maravillosas que tengo… Se refieren claro a ellos (Grunttt, y poca gente más, Nashiel y bueno… me sobran tres dedos, aunque sé bien qué hacer con ellos), al piso, al buen trabajo y tal… Pero, joder… Lo que más quiero en este mundo, no lo tengo.

Sí, soy una romántica empedernida. My fault. Guilty indeed. Ya no se lleva esto, ¿sabéis? Aunque quizás no es que sea un “ya no se lleva” si no un “nunca se llevó”.

Para cuando tenga hijos, he tomado una resolución: nada de libros de cuentos y pelis románticas… No. En su lugar: biografías de los dictadores más reputados de la historia y pelis porno… Y con suerte tendrán una visión mucho más realista de la vida que le espera fuera del jardín de infantes. Porque… La vida no es fucking pink. Es jodidamente negra, o marrón en el mejor de los casos (caqui o rojo oscuro, dependiendo del estado de los intestinos de cada uno).

Me aburre empezar las cosas una y otra vez… Y otra… Y otra… Y otra… Todo el mundo dice que si uno se cae, se levanta y punto… Sí claro, pero cada vez que te levantas tienes una nueva cicatriz… Y quizás la próxima vez que te caigas te dele más… ¿Nadie lo ha pensado?.

Recordemos por un momento a Humpty Dumpty, el pobre huevo de Alicia en el País de las Maravillas, que se cayó (por gilipollas) de un muro… Y tuvieron que recomponerlo con pegamento… O los ciudadanos de la ciudad de porcelana de El Mago de Oz…. Por más que intentes pegar algo, a bien que lo hagas, siempre queda la marca… Y a la larga, pierdes cachitos.

Cuando me siento así, acabo cayendo en la autocompasión y me siento impotente… Y me toca la moral cosa mala, porque incluso pierdo la poca fe que tengo en mí misma…

El otro día hasta pensé que tal vez a Grunttt le molestara… Estos días he estado pensando que cuando me rompo en cachitos, al final siempre recurro a él para que me ayude a recomponer las piezas otra vez. A veces tengo la sensación de que ya no sé hacer nada sola, o que si hago las cosas solas no van a salir bien.

Me molesta eso. Me molesta depender… Pero cuando estoy sola delante de las decisiones parece que no hago más que dar vueltas en círculo. A veces sé que hablo con él esperando que me diga la frase mágica “todo saldrá bien”, “todo se va a solucionar”… Pero muchas veces no la oigo, porque no me va a mentir.

Cuando hablo con Grunttt sobre mis problemas triviales, que siempre son los mismos, es decir: las cosas que no puedo solucionar por mí misma, que no son (por lo general) ni dinero, ni trabajo, ni alojamiento, ni estudios; si no “mi corazón partido” como diría Alejandro Sanz (impresionante que mencione a ese tío en mi blog); muchas veces las conclusiones que saco no son muy útiles.

Pero algunas veces veo la luz.

Por ejemplo…

Yo creo que (y esto con cualquier cosa que uno quiere) todo se puede conseguir en esta vida. Metas realistas claro. Supongo que los tios entran en este apartado, porque como los pobrecitos son más simples que el mecanismo de un chupete… Pues bueno, ya sabemos todos de qué pie cojean….

El caso es que con paciencia y esfuerzo todo se consigue… La cuestión principal, pues, no es “¿voy a conseguir lo que quiero?”. Si no: “¿vale la pena el esfuerzo?”.

Sí señor, ésa es la pregunta.

Muchas veces utilizamos frases de estas hechas, que no nos paramos a analizar lo que quieren decir. Forman parte del vocabulario habitual y punto… Pero la frase “Vale la pena…” es digna de análisis… Porque en el fondo no viene a reflejar ni más ni menos esa lucha interna sobre pros y contras que se colocan en una balanza.

Quizás puedes conseguir que vuelva contigo el amor de tu vida. Quizás puedes conseguirlo arrastrándote, sufriendo en silencio, escondiendo partes de ti misma, negando otras tantas… Haciendo sacrificios importantes… Siendo paciente, dando tiempo… Pero… ¿Vale la pena?

¿Vale eso tanto la pena? ¿Todos tus llantos? ¿Toda la amargura? ¿El desánimo y la desesperación?

Y yo, sinceramente no lo sé.

A veces pienso que sería más feliz como algunas de esas chicas que van a tío por noche y si te he visto no me acuerdo. Coñe… ¿Por qué habré salido yo tan chapada a la antigua?

No sé, estoy confusa. Y leer “Strangers in paradise” no me ayuda mucho, la verdad.

No sé porqué me tengo que esforzar yo, en ayudar a nadie… Si nadie me ayuda a mí. Preocuparse por la otra persona, ya no está de moda. Cuidar a otro no está de moda. Sacrificarse por otro, no está de moda.

La cuestión es, está de moda el egoísmo.

Me toca lo indecible la moral, que sea tan condenadamente retorcida en algunas cosas… Y tan jorobadamente cándida en las que quizás de verdad importan. Parece mentira. Veintiocho años de bofetones, y aun no he aprendido esta lección.

Y lo único que sigo pensando es… ¿Vale la pena?

Por cierto, para colmo hoy Grunttt me ha dicho que ha descubierto mi primera cana… Hay que joderse…

Sobre llovido, mojado…

11/03/2006

Mudanza

Me estoy mudando a Blogsome, en unos días (advierto que los meses y años están también compuestos de días), espero haber finalizado el traslado.

Aquello parece un vecindario más ordenado.

Saludos!

10/20/2006

¿Por qué lo llaman trabajo, cuando quieren decir prostitución?

Hay quien considera la prostitución uno de los trabajos más vejatorios a los que puede verse empujada una mujer. No vengo a discutir sobre eso.

No obstante, es una profesión vieja como el tiempo, o por lo menos vieja como los machos y sus necesidades barriobajeras. Lo único que hace el género femenino es aprovecharse de su impetuosa fogosidad, y de que, literalmente, piensan con la polla. No hay más.

Tampoco hay que desdeñar al gremio.

No son muchas las personas que puedan jactarse de cobrar lo que algunas de ellas cobran. La vida de escort, comparada con la de ama de casa que se muere de asco llevando las zapatillas de su marido, es (de lejos) muchísimo más atractiva.

Así que… Al parecer es una obscenidad y una vejación vender el cuerpo de uno. Dejar que otros te utilicen por dinero, para mantener relaciones.

Imagino que no todos los clientes serán “lo más” en la cama, y que no todos son Richard Gere, claro. Que también los hay feos y viejos y brutos y desagradables. No obstante… Un hombre se corre en menos que canta un gallo, así pues… Cobrar X euros por aguantar un tío encima de ti quizás una hora… No es tampoco tan malo. Hay algunas personas que, desgraciadamente, cobran 3 euros la hora con lo que no se llega ni a malvivir en la urbanita Barcelona.

¿Y que hay de la mente? ¿Y de las capacidades intelectuales y profesionales de cada uno?

¿Acaso no es igualmente denigrante estar trabajando como un burro 10 horas al día por una mierda de sueldo? ¿Es que tal vez valemos tan poco que tenemos que contentarnos con las migajas que te quieren ofrecer en un mercado laboral repleto de incompetentes?

Pues yo casi diría que me duele más prostituir mi mente y mi experiencia laboral que mi cuerpo. Para el caso, digo yo que algún orgasmo que otro se consigue como prostituta, más de lo que puede decirse del placer prodigado por la silla giratoria de la oficina y la atención telefónica.

Sí, estoy indignada. Lo sé.

Pero mira, es lo que toca: joderse y aguantar.

Ya vendrán tiempos mejores. Eso lo tengo clarísimo.

Porque: o vienen, o los fabrico yo.

10/19/2006

Pablo Neruda - Los versos del Capitán (II)



TU RISA


Quítame el pan si quieres,
quítame el aire, pero
no me quites tu risa.

No me quites la rosa,
la lanza que desgranas,
el agua que de pronto
estalla en tu alegría,
la repentina ola
de planta que te nace.

Mi lucha es dura y vuelvo
con los ojos cansados
a veces de haber visto
la tierra que no cambia,
pero al entrar tu risa
sube al cielo buscándome
y abre para mí
todas las puertas de la vida.

Amor mío, en la hora
más oscura desgrana
tu risa, y si de pronto
ves que mi sangre mancha
las piedras de la calle,
ríe, porque tu risa
será para mis manos
como una espada fresca.

Junto al mar en otoño,
tu risa debe alzar
su cascada de espuma,
y en primavera, amor,
quiero tu risa como
la flor que yo esperaba,
la flor azul, la rosa
de mi patria sonora.

Ríete de la noche,
del día, de la luna,
ríete de las calles
torcidas de la isla,
ríete de este torpe
muchacho que te quiere,
pero cuando yo abro
los ojos y los cierro,
cuando mis pasos van,
cuando vuelven mis pasos,
niégame el pan, el aire,
la luz, la primavera,
pero tu risa nunca
porque me moriría.
(Energúmeno)

Pablo Neruda - Los versos del Capitán (I)

TÚ VENÍAS

No me has hecho sufrir
sino esperar.

Aquellas horas
enmarañadas, llenas
de serpientes,
cuando
se me caía el alma y me ahogaba,
tú venías andando,
tú venías desnuda y arañada,
tú llegabas sangrienta hasta mi lecho,
novia mía,
y entonces
toda la noche caminamos
durmiendo
y cuando despertamos
eras intacta y nueva,
como si el grave viento de los sueños
de nuevo hubiera dado
fuego a tu cabellera
y en trigo y plata hubiera sumergido
tu cuerpo hasta dejarlo deslumbrante.

Yo no sufrí amor mío,
yo sólo te esperaba.
Tenías que cambiar de corazón
y de mirada
después de haber tocado la profunda
zona de mar que te entregó mi pecho.
Tenías que salir del agua
pura como una gota levantada
por una ola nocturna.

Novia mía, tuviste
que morir y nacer, yo te esperaba
Yo no sufrí buscándote,
sabía que vendrías,
una nueva mujer con lo que adoro
de la que no adoraba,
con tus ojos, tus manos y tu boca
pero con otro corazón
que amaneció a mi lado
como si siempre hubiera estado allí
para seguir conmigo para siempre.



AUSENCIA

Apenas te he dejado,
vas en mí, cristalina
o temblorosa,
o inquieta, herida por mí mismo
o colmada de amor, como cuando tus ojos
se cierran sobre el don de la vida
que sin cesar te entrego.

Amor mío,
nos hemos encontrado
sedientos y nos hemos
bebido toda el agua y la sangre,
nos encontramos
con hambre
y nos mordimos
como el fuego muerde,
dejándonos heridas.

Pero espérame,
guárdame tu dulzura.
Yo te daré también
una rosa.



SIEMPRE

Antes de mí
no tengo celos. (1)

Ven con un hombre
a la espalda,
ven con cien hombres en tu cabellera,
ven con mil hombres entre tu pecho y tus pies,
ven como un río
lleno de ahogados
que encuentra el mar furioso,
la espuma eterna, el tiempo!

Tráelos todos
adonde yo te espero:
siempre estaremos solos,
siempre estaremos tú y yo
solos sobre la tierra
para comenzar la vida!

(1) Qué mentira más gorda... Por lo menos en mi caso ¬¬', aunque ojalá no los tuviera.



LA PREGUNTA

Amor, una pregunta
te ha destrozado.

Yo he regresado a ti
desde la incertidumbre con espinas.

Te quiero recta como
la espada o el camino.

Pero te empeñas
en guardar un recodo
de sombra que no quiero.

Amor mío,
compréndeme,
te quiero toda,
de ojos a pies, a uñas,
por dentro,
toda la claridad, la que guardabas.

Soy yo, amor mío,
quien golpea tu puerta.
No es el es el fantasma, no es
el que antes se detuvo
en tu ventana.
yo echo la puerta abajo:
Yo entro en toda tu vida:
vengo a vivir en tu alma:
tú no puedes conmigo.

Tienes que abrir puerta a puerta,
tienes que obedecerme,
tienes que abrir los ojos
para que busque en ellos,
tienes que ver cómo ando
con pasos pesados
por todos los caminos
que, ciegos, me esperaban.

No me temas,
soy tuyo,
pero
no soy el pasajero ni el mendigo,
soy tu dueño,
el que tú esperabas,
y ahora entro
en tu vida,
para no salir más,
amor, amor, amor,
para quedarme.



EL DAÑO

Te he hecho daño, alma mía,
he desgarrado tu alma.

Entiéndeme.
Todos saben quién soy,
pero ese Soy
es además un hombre
para ti.

En ti vacilo, caigo
y me levanto ardiendo.
Tú entre todos los seres
tienes derecho
a verme débil.
Y tu pequeña mano
de pan y de guitarra
debe tocar mi pecho
cuando sale al combate.

Por eso busco en ti la firme piedra.
Ásperas manos en tu sangre clavo
buscando tu firmeza
y la profundidad que necesito,
y si no encuentro
sino tu risa de metal, si no hallo
nada en qué sostener mis duros pasos,
adorada, recibe mi tristeza y mi cólera,
mis manos enemigas
destruyéndote un poco
para que te levantes de la arcilla,
hecha de nuevo para mis combates.



EL POZO

A veces te hundes, caes
en tu agujero de silencio,
en tu abismo de cólera orgullosa,
y apenas puedes
volver, aún con jirones
de lo que hallaste
en la profundidad de tu existencia.

Amor mío, qué encuentras en tu pozo cerrado?
Algas, ciénagas, rocas?
Qué ves con ojos ciegos,
rencorosa y herida?

Mi vida, no hallarás
en el pozo en que caes
lo que yo guardo para ti en la altura:
un ramo de jazmines con rocío
un beso más profundo que tu abismo.

No me temas, no caigas
en tu rencor de nuevo.
Sacude la palabra mía que vino a herirte
y déjala que vuele por la ventana abierta.
Ella volverá a herirme
sin que tú la dirijas
puesto que fue cargada con un instante duro
y ese instante será desarmado en mi pecho.

Sonríeme radiosa
si mi boca te hiere.
No soy un pastor dulce
como en los cuentos de hadas,
sino un buen leñador que comparte contigo
tierra, viento y espinas de los montes.

Ámame, tú, sonríeme,
ayúdame a ser bueno.
No te hieras en mí, que será inútil,
no me hieras a mí porque te hieres.



SI TÚ ME OLVIDAS

Quiero que sepas
una cosa.

Tú sabes cómo es esto:
si miro
la luna de cristal, la rama roja
del lento otoño en mi ventana,
si toco
junto al fuego
la impalpable ceniza
o el arrugado cuerpo de la leña,
todo me lleva a ti,
como si todo lo que existe,
aromas, luz, metales,
fueran pequeños barcos que navegan
hacia las islas tuyas que me aguardan.

Ahora bien,
si poco a poco dejas de quererme
dejaré de quererte poco a poco.

Si de pronto
me olvidas
no me busques
que ya te habré olvidado.

Si consideras largo y loco
el viento de banderas
que pasa por mi vida y te decides
a dejarme a la orilla
del corazón en que tengo raíces,
piensa
que en ese día,
a esa hora
levantaré los brazos
y saldrán mis raíces
a buscar otra tierra.

Pero
si cada día,
cada hora
sientes que a mí estás destinada
con dulzura implacable.
Si cada día sube
una flor a tus labios a buscarme,
ay amor mío, ay mía,
en mí todo ese fuego se repite,
en mí nada se apaga ni se olvida,
mi amor se nutre de tu amor, amada,
y mientras vivas estará en tus brazos
sin salir de los míos.

10/03/2006

Baúl de los recuerdos

Finalmente, me he decidido a subir algunos de mis dibujos a "Mis lienzos".

Supongo que en los próximos días iré subiendo más de esas cosas que uno tiene perdido de la mano de dios en algún CD olvidado.

Me ha hecho mucha gracia ver todo eso de nuevo =)

10/02/2006

El ombligo del universo



Siempre he pensado que soy el centro del mundo mundial.

Siempre he hecho las cosas pensando en mí en primera instancia.

Supongo que esta forma de ser tiene un nombre, y éste es: “egoísta”.

Nunca es algo que me haya preocupado demasiado, me lo ha dicho hasta mi madre: Que soy egoísta y miro nada más que por mí. Y en cierta manera, siempre me he sentido orgullosa de ello.

Quizás es que no me gusta dejar que la gente se acerque a hacerme daño. Eso no es una justificación, no estoy buscando excusas, porque no tengo nada de lo que avergonzarme. Y estaría mintiendo si dijera que soy de otra manera.

No quiero decir con esto que no tenga otras cualidades, pero no voy a engañar a nadie –empezando por mí misma- diciendo que lo que mueven mis acciones es el bien de la comunidad. Mentira. Lo que me mueve es el deseo de estar siempre bien yo (aunque a veces no lo consiga).

De todas formas, nunca había sido tan consciente como ayer de lo centrada que estoy en mi persona. Siempre es “yo, yo, yo”, “quiero, quiero, quiero”, “más, más, más”. Y no me he parado a pensar en que quizás con eso hago sentirse mal a alguien, y si me he parado y lo he hecho, es que realmente en el fondo me importaba tres carajos.

A ver, no me malinterprete nadie, cuando digo “alguien” me refiero a personas que son importantes para mí. Lo demás no vale nada.

Por una de esas cosas asombrosas en la vida, de esas sobre las que harían un documental y no me las creería, hay gente que piensa mucho en los demás. Que incluso se desvive por que los seres queridos de su entorno estén siempre bien. Como mi único ser querido soy generalmente yo, tengo poco trabajo, que se ve reducido básicamente a hacer lo que me place en cada momento.

Cuando mi pequeño círculo (que es casi un punto) se amplía, tengo alguien más de quien "cuidar". Pero aun así estamos hablando de quizás cuatro personas más una adicional. De todas formas nunca nadie me importa tanto como para enfermar por esa sensación de malestar que te produce a veces la impotencia de ver que no puedes hacer nada por ayudar al otro. No sé si porque soy incapaz de sentir nada, o porque simplemente es un mecanismo de defensa.

Independientemente, es así.

No digo que no me sepa mal a veces, pero mira, llevo casi veintiocho años siendo así. Te acostumbras a todo y lo ves lo normal.

Todo esto no es algo que piense a menudo. Pero ayer me di cuenta en serio de que hay gente que es muy distinta de mí. Gente que de verdad se preocupa por los demás. Y en serio, es admirable.

Yo soy capaz de preocuparme lo justo y necesario, pero no hago de los problemas de los demás el mío propio. Hay quien no sólo hace eso, si no que sufre sinceramente porque la gente que quiere se siente mal. O porque no consiguen sus metas, porque están tristes, porque han tenido un revés…

La verdad, en mi mundo, esas emociones son ciencia ficción.

Afortunadamente, soy dueña de mi tiempo, y la única responsable de administrarlo como me viene en gana. Normalmente me vuelco en esas poquitas personas que me importan. O sea que veo una vez a la semana a mi familia y con algo más de periodicidad a Grunttt. A veces hay alguien más. Vamos, que al salir del trabajo, mi tiempo libre se divide en tres visitas a lo sumo.

Existe la frase aquella de “no pido más de lo que doy”. Si alguien no es capaz de ofrecerte lo mismo que tu entregas, crees que no le importas lo bastante. Según esto, si yo entrego 30 horas semanales, quiero que me recompensen con otras 30 (como mínimo). En caso contrario, suelo pensar que si no me lo dan, es porque no lo valgo.

Jamás se me ocurrió pensar que quizás la otra persona no tiene 30 horas que entregarme, y que si las tuviera, de buena gana las compartiría. No valoré que quizás esas horas sueltas entre semana es la gran mayoría de tiempo libre que alguien tiene para estar conmigo. O que tal vez esa persona sacrifica muchas cosas de sí misma para dármelas.

Y me sentí muy mal, por darme cuenta –y esta vez de verdad- que siempre he sido muy egoísta, y todo está centrado en mí.

Nunca tengo bastante, siempre quiero más. Y muchas veces pienso que si la otra persona no es capaz de entregarme lo que yo entrego, es que no le importo.

Dame más tiempo.

Llámame más.

Está más por mí.

Mímame. Cuídame. Quiéreme. Entiéndeme. Sálvame.

Yo. Yo. Yo. Yo.

Hasta ayer no pensé seriamente que sólo se decir (o pensar, en su defecto) eso. Una vez me describí como un vampiro emocional. Sinceramente creo que lo soy.

Ayer entendí una de esas cosas que sabes que son así, porque todo el mundo lo dice. Pero no te has percatado bien porque no lo has visto con tus propios ojos. Las demás personas, por mucho que tú las quieras, pueden necesitar cosas de otros que tú no puedes entregar, porque no las tienes, no porque no las quieres dar. Otros puntos de vista, otras aficiones…

Supongo que los demás tienen tanto derecho como yo a disfrutar de sus amigos y sus cosas. A fin de cuentas, ¿no hago yo lo propio? Para mí la pareja no es suficiente, en el sentido de que sigo necesitando no sé… Mis gatos y a Grunttt, y a Ana, y a Montse, y a Lemon, aunque sea en medidas distintas.

Una persona no es solo las cosas buenas. Es también todas las malas. Y sus problemas. Porque a base de enfrentarse a ellos, ha crecido como el individuo que es. Porque si no hubiera visto esas adversidades y no las hubiera peleado de frente, quizás la persona que quieres sería alguien muy distinto. Quizás ya no la querrías.

Todo ese pequeño mundo que la envuelve, junto a los problemas y las alegrías, son parte de ella. La familia y los amigos también. Quizás sin esos amigos tampoco sería quien es. Así que aunque sea simplemente por eso, imagino que tengo que valorarlos y dar gracias. Quizás haya cosas que no me gusten, o que me cuesten de aceptar (a fin de cuentas, sigo siendo lo que se puede decir "una celosa de mierda"). Pero tal vez la persona que uno quiere es así gracias en parte a esos amigos y las cosas que pasó con ellos.

También hay quien dice que no ha estado X años de su vida cuidando de una persona para que venga un fulano o una fulana y la destroce. Eso lo puede decir un padre, una madre, o también, un buen amigo.

Y, si estás orgulloso de esa persona, en cierta forma, indirectamente también lo estás de ese núcleo que le envuelve. Porque gracias a eso es quien es.

No sé, todavía estoy un poco en estado de shock. Sinceramente, me impactó mucho el fin de semana pasado.

No digo que haya sido malo, todo lo contrario. Pero son muchas cosas para asimilar.

Estoy contenta por algunas cosas relacionadas con la confianza ajena. Y triste un poco por haberme dado cuenta que siempre todo lo baso en mí. Y que por tener el punto de vista tan centrado, quizás no percibí algunos detalles ni fui capaz de ver lo mucho que importan las cosas que me ofrecen y yo, sentía insuficientes, por no saberlas valorar.

Además una pareja son dos personas que comparten muchas cosas: unas risas, un paseo, un viaje, salidas al cine, aficiones, una cama, cuatro polvos… Pero no es únicamente eso, si no también las cosas las importantes.

Está claro que el concepto “importante” implica cosas distintas para cada uno. Para mí es los problemas, los malos momentos. Las crudezas de la vida. Y como no, las alegrías.

Me alegro de haber podido compartir esa idea.

Y en la parte que me toca, de “asuntos pendientes” espero que en adelante sea capaz de explicar un poco más lo que me pasa, entender lo que les pasa a los poquitos “demás” de mi mundo, y para entenderlo supongo que tendré que dejar de estar tan centrada en mí. Lo cual me va a llevar no poco trabajo, desde luego. Pero creo que vale la pena.

Estoy encantada con algunas personas, y orgullosa de ellas. Todo lo malo se pega. Espero que algunas cosas buenas también. Y lo que más me sorprende a veces es que yo les guste a algunos “alguienes”, a pesar de toda la maldad que hay en mí (como le pasa a Stich). Quizás incluso creen que no soy tan mala como creo que soy.

Puñetas.

Igual estoy perdiendo facultades y acabaré volviéndome buena persona. Dios me libre, yo quería ir a Ibiza. Ya lo dicen por ahí: “Las chicas buenas van al cielo, las malas van a Ibiza”.

En fin, siempre acabo maravillándome a mí misma, qué le voy a hacer.

P.D.: También necesito a Nashiel xD ¡A ver qué se va a pensar esta mujer! Pero entiéndeme, que no puedo ir diciendo por ahí que necesito a más de cuatro personas... A fin de cuentas, tengo una reputación que mantener, no jodamos xD =)

Nashiel dice que me gusta torturarme a veces. No es que me torture, porque hice cosas sin conocer algunos... Detalles, por así decirlo. Pero si sabes en qué has fallado o a qué no le has prestado bastante atención, puedes arreglarlo. Y eso es bueno.

¡Tonti! Que a tí también te quiero mucho.

¡Vamos de pk! xDDDDDDDD =)

Yo que quería que me quedaa un post serio... ¡Mala!

9/26/2006

Mujeres: Quien las entienda, que las compre

Sí señor, cada día que pasa lo veo todo más claro: Están todas locas.

Como una puta regadera.

No hay quien las entienda: No saben lo que quieren, son unas putas y unas guarras. Se sacan los ojos, no se fían las unas de las otras… Y sin embargo aun hay quien insiste en que: “son adorables”, “no se puede vivir sin ellas” (salvo los gays, claro, y algunas clases de animales hermafroditas o asexuados –véase algún tipo de humanos con profesiones antinaturales que incluyen el celibato y matarse a pajas-).

Y esto dicho por alguien que espera conservar la suficiente feminidad como para ser considerada mujer todavía.

Últimamente no escribo apenas, lo sé. No tengo tiempo, ni tengo casi ganas de escribir. Además, este período de abstinencia bloguera me ha servido para darme cuenta de que realmente escribo cuando me siento –de alguna manera- mal, y quiero desfogarme.

En estas semanas he empezado por lo menos seis posts, de los que –a las pruebas me remito- he finalizado con éxito cero. Un porcentaje bastante triste.

Ando muy ocupada, y dentro de nada empiezan las clases. Por si no tuviera bastante tiempo ya disponible, me he apuntado a japonés al final. Sí señor, con un par de pelotas. Y el 21 empieza la uni… E, incluso, me fui al gimnasio a ver a mi antiguo profe de Taek won do, y me decidí a volver al tatami. Martes y jueves de noche. Espero tener tiempo para respirar.

Me he dado cuenta de que aparte de que estoy irremisiblemente desequilibrada –espero que en la oficina no me tengan esto muy en cuenta ni se hayan percatado de ello-, lo que se podría llamar mi “yo” no tiene solución.

No hará tanto que escribí el megapost aquel de “Salvaje”, apología de mi independencia y mis estreses personales. Y aquí estamos, sí señor, cinco semanas más tarde (o algo así), con mi histeria a cuestas porque me he dado cuenta de que…

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Yo NO necesito TANTO espacio!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Quiero más mimos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Quiero verle más!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Todas las amigas que me conocen, me han recomendado una y otra vez que viera algún episodio de “Sexo en NY”, que me iba a gustar mucho y que me iba a identificar con la escritora (protagonista principal, me supongo). Este fin de semana he tenido la ocasión de ver un cachito en el canal Cosmo. Realmente no sé muy bien de qué iba, porque lo pillé a medias, pero me puedo hacer una idea…

La cosa es que ella se había ido a vivir con el que me figuro es su novio a un pisito, y todavía no habían arreglado la casa, así que solo tenían una habitación que se separaba del salón por una cortina, y un sofá en el “salón”, rodeado de cajas, y cajas, y cajas sin abrir. Supongo que fue un problema de espacio. Y ella al llegar a casa le dice a él que durante una hora no le hable, y la deje tranquila, y que haga ver que no existía.

Así que se encierra en el “dormitorio”, corriendo las cortinas tras de sí, y cuando no han pasado ni cinco minutos, asomando la cabecita por las cortinas le pregunta a él “¿Ha pasado la hora ya?”, y él la mira y le dice que no, que ni siquiera un cuarto de hora. Así que ella se vuelve a la cama… Para tres segundos más tarde, salir del “cuarto” y sentarse con él en el sofá, mientras su voz en off dice “lo bueno de las necesidades, es que una vez cubiertas, dejan de ser necesarias”.

Vamos, que una vez sabes que el otro es capaz de dejarte tu espacio, ya no necesitas reclamarlo, te relajas, y disfrutas tranquilamente.

Y creo que algo así me ha pasado a mí.

Jolín, a mí a veces me apetece verlo más del o que lo veo, porque encima entre semana soy medio zombie… Pero claro, no se lo digo, porque pienso que seguramente él también quiere su espacio, y para el caso, si quisiera verme más, me lo diría. Así que supongo que estamos en el punto óptimo de equilibrio que no hay que traspasar para llegar a la saturación.

También me doy cuenta de que no me conozco y a veces no sé lo que quiero. A ver, que tengo muy claro en el terreno laboral a dónde quiero llegar, y por dónde tengo que ir para alcanzar mis metas pero… El terreno afectivo es bastante más movedizo y no se puede controlar.

Perder un trabajo, es una putada. Que se acabe una relación que te importa es el fin del mundo. O al menos así lo vemos nosotras.

Últimamente me debato entre tener la guardia puesta todo el día, o bajarla y ser más yo (aunque a ratos no tengo muy claro qué cojones es “ser más yo”, pero bueno). Pero me da pánico, porque Grunttt siempre me recuerda que el amor es un juego en el que el primero que se enamora, pierde.

Es muy bonito el romanticismo, y querer y sentirse querido… Pero nadie quiere sentirse desnudo y quedar expuesto. Así que muchas veces intentas cubrirte. Lo bueno, es que si te la dan te duele menos. Lo malo, es que no disfrutas del momento, gastas una pasta en aspirinas y deberías plantearte seriamente comprar acciones de la farmacéutica que produce Almax, porque al menos a mí me pasa que la gastritis me mata cuando me atacan los nervios.

Cuesta creer a veces, que sea insegura. Pero sí, sí. A veces lo soy. Y me doy cuenta con estas cosas. Porque, si yo estuviera cien por cien segura de mí misma, no sentiría celos, no tendría miedo. Viviría tranquila y feliz (cosa que no hago).

Creo que toda esa lista abominable y maratoniana de actividades que me estoy proponiendo llevar a cabo (de la que soy consciente que igual en diciembre ya he tirado la toalla de la mitad de cosas), es simplemente para quitarle tiempo a mi cerebro, pensador inagotable. A más cosas hago, menos tiempo para pensar. A más cosas hago, más cansancio, más sueño, menos tiempo para pensar.

Creo que lo único que pasa es eso. En cierta forma me estoy escondiendo… Pero de mí. Debería haber aprendido que de mí no puedo huir. Pero lo intento con todas mis fuerzas.

No sé… Tengo miedo de enamorarme de Ese y volverme a quedar tirada, pero pienso… ¿Vale la pena vivir encerrado por el miedo? Porque seguro que así me perdería mil cosas. Además… Alguna vez tiene que salir bien, ¿o no?

Por otro lado, en serio, no me fío de las tías: unas guarras todas. Pero claro, Grunttt, en su sabiduría infinita me ha intentado inculcar más de una vez que no me tengo que fiar de tres mil millones de mujeres, si no de un hombre o de una mujer. Y punto. Que si alguien te la quiere dar con queso, tiene mil momentos y tendrá cientos de ocasiones en el futuro.

Y que no puedes estar en guardia delante de todo eso. Simplemente, tienes que creer en la otra persona.

Pero vamos a ver… ¿Quién en su sano juicio se fiaría hoy de nadie, y menos de un hombre? xD Que ya no vivimos en el paraíso, vivimos en el infierno de la competitividad. Para cualquier zorra que se digne, nada mejor que saber que un tío tiene novia, para sentirse atraída por él. Vivimos en ese mundo duro y cruel.

Además, últimamente me he acordado de otra cosa. Todos tenemos amigos y amigas, claro. Pero no todos saben cual es su lugar. Yo, por ejemplo, estoy tranquila con Grunttt, de hecho es el único hombre sobre la faz de la tierra con el que me siento tranquila de amigo. Porque de él no me esperaría jamás ninguna mariconada estúpida. Porque cada uno sabe cómo es.

Él tiene su familia y yo soy un satélite aparte. Afortunadamente, ni siquiera me atrae como “hombre” para mí es… Yo qué sé… Como un angelito: asexuado. Y yo estoy segura que para él lo importante es su familia y nada más. Así que podemos ser amigos. Porque no hay nada por el medio.

Cómo me indicó Nashiel... Igual alguna vez se puede dar que tu pareja es como un angelito asexuado para otra persona… Tendré que meditar al respecto.

No obstante, a veces pasa que tienes amistades, que se dan cuenta cuando alguien aparece que puede ser una pareja de verdad, que sienten que pierden al otro, y hacen estupideces. Normalmente, las tías. Tontas del culo (Dios… ¿Seré medio machista? xD).

Entendámonos: no es lo mismo que un amigo tuyo tenga novia a los 16 años, ni a los 18, ni a los 20, que a los 30. Porque en los tres primeros casos sabes a ciencia cierta que eso no va a ningún lado, y siempre te queda el consuelo de “yo estaré ahí, cuando esa se vaya”. Pero… Oh… A los treinta es MUY distinto. Porque eso ya puede ir en serio.

Y entonces te das cuenta de que de verdad, perdiste el coche. Y el premio gordo se lo lleva la que acabarás llamando interiormente “esa zorra”, aunque la prudencia indique que por los siglos de los siglos, le vas a dedicar la mejor de tus sonrisas, pese a que lo mejor que le deseas es “que así la parta un rayo”.

Claro que, como no quieres perder a tu amigo, serás eternamente falsa, o evitarás el contacto lo máximo que puedas, hasta que ya no aguantes más. Un ejemplo parodiado de esto se podría ver en la película de “La boda de mi mejor amigo”, de Julia Roberts.

Sinceramente opino que las mujeres no están hechas para ser amigas, como los hombres. Son muy raros los casos en los que hay amistad, y siempre se dan cuando no estás “luchando” por lo mismo. Y creedme: las mujeres están en guerra constante.

Pueden vivir en una ligera tregua, pero… El mínimo fallo diplomático, y a la mierda: misiles nucleares por todas partes destrozándolo todo, aunque ellas dos perezcan en el camino, o –lo que es peor- destrocen aquello por lo que luchaban, en ese tira y afloja. Es un hecho. Pero no te das cuenta de eso, hasta que es MUY tarde.

En muy extrañas ocasiones puede suceder que un mejor amigo y una pareja sean amigos entre sí, pero para eso tienen que no sentirse amenazados, y encontrar algún interés común lo suficientemente fuerte como para unirles, porque si no, esa relación está destinada al desastre.

El otro día estaba hablando con Éste, cosa que nos pasamos el día haciendo (entre otras, claro xD), y me di cuenta que parece que él ha crecido en otro mundo. Seguramente en un multiverso paralelo rockwelliano, porque no parece haberse sentido amenazado por nada, ni parece haber habitado un ambiente hostil. No como yo.

A veces miro a Éste, y le envidio. Su relación con su hermano, lo que cuenta de su familia, esa seguridad en sí mismo, y me pregunto porqué no la tengo yo. En mi mundo, lo que siempre he visto es cómo los demás intentan quitarte siempre lo que es tuyo, lo que tú amas, lo que proteges por encima de todo.

Así que yo aprendí a destrozar todo lo que se me planta en medio. No es la ley de ojo por ojo: Es vida por ojo. Jias jias… Matar para vivir. Jejejeje. Pues sí, eso mismo es. No digo que sea bonito, ni agradable. Simplemente: es así.

Quizás en vez de Taek won do, debería plantearme la opción del yoga (o la de fumar porros, no lo sé, todo el mundo insiste en que relajan xD, lástima que yo no fume), para tranquilizarme.

Si apenas me fío de los tíos… De las tías mucho menos. No hay más. *Amf*, me empieza a molestar el estómago. ¿No te digo? Puro nervio.

La cosa es que por más que me exaspere, y me estrese, y me ponga histérica, y me pase el día en guardia… No puedo hacer nada por evitar según qué cosas, y no gano nada estando en tensión todo el día.

Esto me recuerda una pequeña historia que Ese también conocía. A mí me la contó mi padre. Y decía más o menos tal que así:

Había una vez una tortuga (conejo en según qué versiones de la fábula), que estaba apunto de cruzar un río, cuando en esas aparece un escorpión a su lado.

- Tortuguita –le dijo el escorpión-, ¿vas a cruzar el río?
- Sí –le respondió la tortuga, mirándole de soslayo desconfiada.
- ¿Te importaría cruzarme contigo? Yo también quiero ir al otro lado –le dijo el escorpión.
- Ya pero… Pero es que tú eres un escorpión… No creo que sea buena idea llevarte en mi lomo… ¿Y si me clavas tu aguijón? –le preguntó la tortuga desconfiada.
- ¿Pero cómo iba a hacer yo eso? –le replica el escorpión a su vez-. Si te picara, te envenenaría y te morirías, y entonces me moriría yo también, porque no sé nadar.
- Ah –dijo la tortuga pensativa-. Está bien, te llevaré al otro lado conmigo, pues.

Así que la tortuguita dejó subirse al escorpión en el lomo, y se fue nadando chino-chano hacia el otro lado, mientras charlaban animosamente. En esas, la tortuguita sufrió un espasmo, y su cara se ensombreció de terror…

- ¿Qué has hecho? –le preguntó incrédula la tortuguita al escorpión- ¡Me has picado! ¿Por qué lo has hecho? ¡Ahora no podré nadar más y me ahogaré! ¡Nos ahogaremos los dos! –decía mientras notaba como sus músculos se paralizaban y se hundía lentamente en el agua.
- Lo siento –le dijo el escorpión, pesaroso-. De veras lo intenté… Pero aguijonear, está en mi naturaleza –dijo él, mientras se ahogaba tras ella en las frías aguas del río.


Y bueno, muchas veces, las cosas son así. Lo intentas, y lo intentas, y lo intentas. Intentas ser diferente, pero no lo consigues. No puedes luchar contra la propia naturaleza. Por eso muchas cosas son difíciles de cambiar. A veces me pregunto si algún día yo conseguiré ser más templada en mis emociones, si aprenderé a controlar mis iras y rencores, y la verdad es que no lo sé.

No es que no lo haya intentado. Pero… Me cuesta tanto…

¿Dónde narices está mi Almax? ¿Aspirinas, por favor?

9/11/2006

Casualidades y fantasmas



Hay veces que vale la pena, pararse un momento en el camino, y mirar atrás. Para saber de dónde vienes, y para saber hacia dónde vas.

Lamentándolo mucho, hasta mis próximas vacaciones voy a tener poco tiempo para “mí” y para escribir. Tendré que conformarme con esos ratitos libres de los que voy a disponer si quiero escribir notas del calibre a las que estoy acostumbrada, aunque seguramente en cuanto me habitúe a administrar de forma más eficaz mi tiempo, tendré un momento para todo lo que quiero hacer.

Hace unos días recibí un comentario que me hizo pensar, y por el cual me paré un poco a leer mis viejos posts, cosa que me ha servido para ver que realmente algo ha cambiado en mí y me he centrado un tanto, y me alegra mucho, mucho, ser capaz de decirlo.

Probablemente todo lo que ha pasado en los meses desde que empecé a escribir me ha hecho madurar, porque ahora ya soy al fin un ente autónomo... ¿No es impresionante? Es como volver a nacer y cortar por segunda vez el cordón umbilical que te tenía ligada a tus padres, esas personas que te llevaban en su seno y velaban por ti cada día.

Y una vez más me tocó aprender a caminar con mis piernas, a fortalecerlas poco a poco, y vale sí, es difícil, pero no imposible, y es una experiencia que a pesar de todas sus cosas malas no deja de ser maravillosa.

Con todo, me doy cuenta de que este exceso de libertad (que no aun libertinaje), me está haciendo ser más egoísta de lo normal si cabe, y siempre es todo “yo, yo, yo, yo”. Me molestan mucho las cosas cuando no salen como yo las querría o cuando no se hacen en el instante que yo quiero.

Supongo que no iba a ser siempre todo tan perfecto.

Aunque el motivo que me impulsó a empezar el blog no fue algo ni de lejos alegre, si no más bien triste y pesaroso, y fue como un grito lanzado de auxilio que solo pudieron escuchar a priori mis amigos y yo misma, he sacado muchas cosas buenas. Conocerme, desfogarme, y a lo que se ve, ayudar a alguna amiga en el camino porque sí, las rupturas son como los embarazos: una epidemia.

Empieza una de tus amigas y se propaga como la gripe intestinal. Qué le vas a hacer.

Lamentablemente, la tristeza no tiene antibióticos, pero tenemos un montón de anticuerpos, los amigos, la familia, los blogs y bueno, imagino que algunas personas meterían en el saco el alcohol.

Yo, que soy abstemia, y que ni bebo ni fumo (pero ahora ya no tengo que escuchar eso de “si no fumas, ni bebes, ni follas, ¿para que vives gilipollas?” porque al menos cumplo uno de los tres requisitos); no sabría hablar de las virtudes del estar ebrio como remedio contra la depresión, pero por lo recurrido que es, imagino que algo ayudará.

Y hoy por hoy, me alegro de haberme lanzado a escribir, porque no sólo he ido conociendo gente por el camino, si no que además ha habido algún que otro feliz reencuentro (y no es solo por le señorito Viscarri xD).

Hace unos pocos días recibí un mail de alguien que en su día fue importante en mi infancia y en mi adolescencia, de mi antiguo profesor de Taek won do, y la verdad, era una de las últimas personas que había esperado volver a encontrar y más aun de esta forma tan casual.

Un personaje de la saga de libros que ahora sigo con avidez, “Canción de Hielo y Fuego”, dijo una mítica frase: “Si vuelvo la vista atrás, estoy perdida”.

Sí, es cierto. Hay momentos en los que mirar atrás no hace si no acobardarte. Cuando estás huyendo. Pero cuando estás “a salvo”, o cuando te has enfrentado a un problema, es bueno mirar atrás para aprender.

A veces, lo que hay a tu espalda no es el Coco, ni el Hombre del Saco, a veces hay un montón de gente que te estima y esta ahí para apoyarte, o que incluso han estado ahí cuando tu siquiera fuiste capaz de percatarte.

Es bonito detenerse algunas veces y ver todo eso.

Al final, parece que es cierto que las casualidades existen... Porque si aquel no me hubiera dejado, yo no hubiera escrito, ni hubiera entrado en el foro, ni hubiera conocido a esa gente fantástica ni hubiera conocido por ende, a mi ““amigo””.

A pesar de todos mis miedos, y mis gruñidos y mis tonterías y fantasmas, al final me decidí a seguir adelante.

Hace pocos días hubo uno de esos momentos que sabes que son definitivos, que lo que hagas o dejes de hacer puede cambiarlo todo.

Realmente había tomado la firme decisión de dejarlo correr. Tenía verdadero pánico de lo que podía pasar. De lo que podía ir mal... No tengo muy claro de donde venía toda esa bomba H de pensamientos negativos, pero el caso es que estaba envuelta en un aura de pesimismo densa y asfixiante, y no veía más allá.

Estaba muy confusa, y tenía sensaciones muy contradictorias en mi interior. No cesaba de pensar que seguir adelante iba a ser un error, si ya ves, nos gustan diferentes tipos de música, nos movemos en ambientes distintos, tenemos formas de ser un poco dispares, vestimos estilos opuestos... Somos tan diferentes... Yo, que a pesar de todas mis locuras, soy la típica persona que notas no porque sea estridente, si no porque intenta ser el colmo de la perfección, del buen hacer...

Cuando salgo me gusta ir arreglada, incluso dentro del “pasotismo”. Siempre lo he dicho: Me gusta que me admiren, no que me miren porque me comporto raro. Hay diferencia...

Y sin embargo, él, a pesar de su hipotética timidez, es estridente y desenfadado, no se preocupa por lo que piensan los demás en absoluto, y eso me dio que pensar, porque comparada con él, parece que yo actúo para obtener el beneplácito de los demás.

Supongo que él es así. Es sencillo, simple, que no tonto. En absoluto. Es una persona muy inteligente. Se da cuenta de las cosas aunque creas que no te está haciendo caso. Y valoro eso más que nada.

Todo ese montón de cosas me pasaban por la cabeza hace dos domingos, cuando la única cosa que flotaba en el aire era “¿Qué hacemos?”. Y por primera vez me plantee de verdad toda la situación.

Muchas veces, cuando una situación te lleva al límite y tienes que decidir algo a vida o muerte, no sé porqué la cordura se abre paso entre toda la porquería que pulula en tu cabeza.

Y me quedé pensando que, a pesar de ser tan distintos, en las cosas que de verdad importan, somos parecidos. Y que si el podía respetar y aceptar que yo soy una manipuladora asquerosa, porqué no voy a aceptar yo que el es un energúmeno...

¿Realmente tienes que dejar pasar a alguien con quien pasas unos momentos cojonudos, con quien conversas gratamente, con quien puedes ir al cine a ver pelis en versión original o a pasear por el Mercado San Antonio y hablar hasta las tantas de la noche, sólo porque no viste de la forma adecuada, o está tan orgulloso de quien es y cómo es, que no le importa lo que piensan los demás?

¿No debería estar, en cierto modo, orgullosa yo de eso? ¿Y aun sin estarlo, no debería ser suficiente que me acepte con todos mis defectos –que hablando seriamente, no son pocos-?

Y lo único que yo veía por encima de todo eso es: se ríe demasiado, viste despreocupado, y se hace el tonto.

No me puse a pensar de verdad en todo hasta que el fantasma del “hasta aquí llegamos” estaba planeando sobre nosotros de madrugada. Cuando me di cuenta de lo que estaba pasando, me dio una pena tremenda. Y pensé que –para variar- estaba siendo una estúpida, que estaba dejando pasar a alguien con quien quizás podría llevarme muy bien, por una imbecilidad.

Y ahora que creo que la tormenta ya ha pasado (o por lo menos la primera), estoy muy contenta. E incluso pienso que me faltan horas para salir por ahí con él, o quedarnos charlando.

Me da igua que sea un "energúmeno". Tiene muchas cosas buenas, que compensan esas que para mí son malas. ¿No es eso compartirte con alguien? Aceptar el pack, sus virtudes y sus defectos y ver incluso en esos últimos, virtudes.

En fin, qué le vamos a hacer, se acabaron las vacaciones, volvemos a la vida real, al trabajo duro y las horas vertiginosas.

Dentro de nada volverán las clases de la universidad, los trabajos de clases y por si fuera poco, me matriculo a japonés. He decidido que cambio las clases de baile, de momento, por clases de japonés...

Necesito una amable pareja de baile... Quien sabe, igual la tengo ya, y yo sin saberlo.

9/06/2006

The End

Fénix "Por primera vez en mi vida sé quien soy de verdad"
Lápices: Alan Davis - Tintas: Mark Farmer

Creo que Ana nunca había visto, jamás en su vida, a alguien tan contento por recuperar sus libros como yo lo estaba ayer.

Eran las nueve de la noche cuando entre las dos subíamos ocho cajas y otras tantas bolsas y bolsos a casa, haciendo viaje tras viaje del piso al coche de su padre (menos mal que trajo ése, si no hubiéramos tardado una eternidad).

Hacía ya bastante tiempo que venía posponiendo la visita definitiva a casa de mi ex a recuperar las cosas que me quedaban allí, que a mi parecer, tenían que ser bien pocas, y que al verlas ayer todas juntas, eran una reverenda burrada. Y eso, teniendo en cuenta que había hecho ya tres o cuatro viajes anteriormente, llevándome libros y libros y libros, y ropa, y peluches, y un montón más de “y…”.

Visto así, normal que el tío se acojonara porque le invadiera (y encima, literalmente) su hábitat natural.

Habíamos quedado que iba a ir anoche, porque Ana podía acompañarme, y así entre las dos hacíamos todo más rápido. Ella me decía que no le conocía, pero que le iba a poner mala cara. No vale la pena, respondía a eso yo. Total, ya ves para qué, si ya no importa.

La verdad es que me extrañó un poco picar a la puerta, llamar al móvil y que no respondiera nadie. Así que Ana –en su infinita sabiduría- me propuso ir a tomar algo mientras. Yo le dije que bueno, si eso pasábamos antes por mi casa, cogíamos unas mochilas por si las moscas, y ya después íbamos.

En esas sonó el teléfono, con una especie de voz cavernosa proveniente de ultratumba, en el más allá. Resulta que el buen hombre se había dormido. Y nada, unos minutos más tarde, volvimos a picar al timbre. (Des)ventajas de vivir a tres calles.

Contra todo pronóstico, esta vez sí que estaba en la puerta para saludar. Quizás para no quedar mal delante de mi amiga aunque más por el hecho (me figuro) de decirme que no hiciera ruido que “había gente durmiendo”.

Juas, juas, juas…

“Hay gente durmiendo”. Típica frase estúpida que dice la gente cuando no quiere decir abiertamente “tengo un/a tío/a en casa en la cama, no me jodas el polvo, ni el día”.

¿Pero con quien se ha creído el tipo este que está hablando? Que yo sé comportarme. No voy por ahí montando el numerito. Hombre.

Estaba como siempre que no se arregla: con su cara de dormido, sus pelos largos sin peinar, su barba de tres días… Con los ojos ojerosos e hinchados por la falta de sueño. Vestía una camiseta de esas de toda la vida y pantalones rollo pirata, con esas zapatillas de tiras que siempre he detestado, pero que bueno, no le había dicho nunca, porque –para el caso- era su jodido problema lo que llevara en los pies (no me refiero al cerebro, si no al calzado).

En su línea, vamos.

Ser mujer es una bendición, y una maldición a la vez. Bendición porque (en el mundo occidental y civilizado) tenemos el poder de conseguir lo que nos viene en gana con relativa facilidad, una vez aprendemos a desarrollar nuestros encantos.

Muchachas, no escandalizarse, por favor… No en vano se dice por ahí lo de “tiran más dos tetas que dos carretas”. Todas lo sabemos y lo usamos.

Y también es una maldición porque nuestra inteligencia superior nos lleva a fijarnos en todos los detalles y analizar al contrario casi de forma instintiva.

Las mujeres venimos dotadas de serie con el “escaneado instantáneo” de cualquier cosa que se nos cruza delante. En un segundo analizamos el objeto en cuestión de arriba abajo, anotando las singularidades.

Es una herramienta muy utilizada para el diagnóstico de las rivales (vulgarmente conocidas como “esa puta”, “esa guarra”, “esa zorra”), los ex (“ese imbécil ”, “ese cerdo”, “ese capullo”, “ese impotente”), y algún otro tipo de seres indeseables.

Fue precisamente ese poder mutante innato el que me hizo fijarme que llevaba una cosa que destellaba en su muñeca izquierda (sí, sí, soy capaz de recordar la muñeca correcta, porque estaba situado frente a mí, y su muñeca izquierda correspondía a mi derecha).

La prudencia y el buen gusto indicaban que mejor me quedaba calladita. Pero yo, que no puedo con mi genio, lo tuve que decir.

- ¿Llevas un no-me-olvides (también conocido como "esclava")?

Gilipollez de pregunta, por otro lado, cuya única finalidad era demostrar que me había dado cuenta de que estaba con una pava (nunca mejor expresado), y que realmente solo merecía una respuesta del tipo “¿Es que no lo ves?”, pero claro, el muchachito que tiene de malicia lo que yo de buena persona, solo dijo:

- ¿Eh? –con voz de imbécil que se asemejaba más a un “Eouh” que a un “Eh” en condiciones.

- Que si llevas un no-me-olvides –En serio, suerte que es un poco tonto, porque yo hubiera dicho “¿Es que no tienes ojos en la cara?”.

- Ah, sí –Respondió finalmente.

No es que fuera algo muy importante.

Pero me llamó la atención el hecho de que lo llevara, porque a fin de cuentas él “lo dejó” oficialmente en abril, ya no recuerdo (conste que digo “lo dejó” y no “me dejó” porque mi orgullo me impide reconocer que alguien ME ha dejado, lo cual solo prueba nuevamente que era un imbécil, porque, ¿Quién en su sano juicio iba a dejar a la octava maravilla del planeta –o sea: yo-?”.

Y los no-me-olvides son cosas que no se suelen regalar a la ligera, o sea, no te lo regalan a nada de estar con alguien. Y me puse a pensar… Igual por eso estaba raro cuando yo volvía de Madrid… Igual estaba con alguien mientras “estaba” conmigo, el muy cerdo cabrón.

Sí, lo sé, qué importará eso ahora… Agua pasada… Pero, de ser cierto: así no empine en la puta vida y se vuelva gay para que le den por culo.

Capullo.

Y no me hubiera tocado los cojones (por hablar en plata) que hubiera “alguien durmiendo” si no estuviera casi convencida que estaba ahí antes de finalizar trámites conmigo. Porque la verdad, el no-me-olvides no daba la impresión de ser muy nuevo.

Lo que yo diga: que le den por culo (y que no lo disfrute).

Aclarado ese punto, me puse a recoger mis cosas y a pedir los albornoces que había comprado. De hecho quería recuperar el mío, pero… ¿Qué cojones? Que valían 120 euros cada uno. Para que se lo quedara el tío estaba yo. Que de las gracias por el reloj binario.

Recogí mis libros de cocina y demás de la habitación pequeña que vuelve a ser trastero, y mis cojines de Burrito y Stich, las bolsitas de poutpourri del Ikea (que no eran pocas), unas botas que tenía por ahí, y los vasos azules que me había regalado mi madre.

Pero sobretodo… Mis libros: mis tesoros, los niños de mis ojos, mis cosas lindas y compañeros de aventuras que siempre están dispuestos a pasar rato conmigo.

A todo esto, Ana estaba conmigo en su casa, ayudándome a recoger. Recuerdo que cuando estábamos esperando en el portal, le di un abrazo y un beso sonoro (que no morreo, aunque cualquier día se me cruzan los cables xD), y las gracias por haberme acompañado.

Realmente no es aquello que digas que no tenía valor para ir sola, pero en serio, ese portal, esa escalera, ese umbral… Me producen una sensación extraña y contradictoria. Se mezclan todos los recuerdos de cosas buenas y malas. Es una sensación de agobio y asfixia.

De verdad, tenía ganas de acabar con eso de una vez, de pasar finalmente la página y decir: soy libre. Y libre de verdad.

Y nada, estuve buscando en la cocina mis cosas (mis tés, mi juego de palillos chinos con salsera y mantelito, la cuchara-colador para el té, mis trapos de cocina, etc.). Y joder qué rabia me ha dado que no sabe dónde está mi maquinita de hacer galletas… En fin, ya la rescataré… Y mi funda nórdica, que a saber dónde la ha metido.

Al llegar a mi casa, después de descargar las cosas, me puse a mirar caja por caja como una loca en orgasmo perenne que sólo sabía decir “¡Ooooooooh!”, “¡Ooooooooooooooooh!”, “Tesssssssssssssssoro” (¡Gollum! ¡Gollum!).

Y Ana me decía, que le encantaba verme feliz y contenta, y le dije yo “Seguro que no has visto en tu vida a nadie tan feliz con sus libros”. Estaba eufórica, pletórica. Ayer a las nueve y media de la noche, era la mujer más feliz sobre la faz de la tierra.

Estuve colocando los libros que podía en las estanterías megamasificadas, que piden refuerzo a gritos, y mis saquitos de té en la cocina, y mis perfumes y potingues en el baño.

Sí, ahora todo está donde debiera. Todo empieza a ser como tiene que ser.

Ayer fue el final de verdad. El omega de una relación, y de una etapa.

La última cosa que me recordaba que una vez fui dependiente, y que ahora ya no necesito nada de nadie: ni piso, ni coche, ni moto, ni dinero, ni ordenadores, ni migajas de cariño, ni ternura por pena, ni nada.

Ahora estoy sólo yo, y ahora sí que ya, de verdad, soy libre de ir donde quiera con quien quiera.

The End, pues, de la tristeza, de los pesares, de los rencores, de los miedos. De la primera experiencia de convivencia con alguien.

La próxima vez, lo haré mucho mejor. Estoy segura.

Me viene a la memoria el eslogan de Ikea “Bienvenid@ a la República Independiente de tu Casa”. That’s it.


Now Playing: Sean Paul Feat. Blu Cantrell - "Breath"

[Sean Paul]Sean paul and blu cantrell
remix that gona make ya head swell yo
yo hey yo BOM yo hey yo

dutty
so what's that supposed to be about baby
ya'll free up ya mind and stop actin crazy
reminisce about all the good times daily
why you try pull that got me actin shady

what's that supposed to be about baby
ya'll free up ya mind and stop actin crazy
sean paul u'll give ya the good lovin daily
now you try and pull that got me actin shady

[Blu]You say you love, say you love me
But you're never there for me, yeah, mmm...hmm...

You'll be cryin', slowly dyin'
When I decide to leave, oh, oh
All we do is make up
Then break up
Why don't we wake up
And see
When love hurts
It won't work

Maybe we need some time alone
We need to let it breathe

Breathe
Breathe
Breathe

[Sean]so what's that supposed to be about baby
ya'll free up ya mind and stop actin crazy
reminisce about all the good times daily
why you try pull that got me actin shady

[Blu]You're only lonely when your homey
Ain't got a ride or no loot, yeah, uh-huh
Then comes the drama
Some other girl is claimin' she's goin' out with you,
hmm...hmm...

All we do is make up
Then break up
Why don't we wake up
And seeWhen love hurts
It won't work

Maybe we need some time alone
We need to let it breathe

Breathe
Breathe
Breathe
Breathe (Uh...huh...)
Breathe

[Sean] so what's that supposed to be about baby
ya'll free up ya mind and stop actin crazy
shady shady shady shady
dutty yeah!my girl for the fourth time
make i make it very clear to you
your very dear to meand honor of me share to you
me not unfair to you
woman i want fah really make you know i will always draw near to you
but me know im not a fear to you
stand up like a man and not be there cuz i care for you
long time tellin you no other girl can compare to you
woman if you leave me now im gonna shed a
lot of tears for you
say you want to breathe im still not im exhalin'
say you want to leave cuz this relationship failin'
aint nobody say that it would be smooth sailin'
girl i wana know why your bailin'
Ship yo

so what's that supposed to be about baby
ya'll free up ya mind and stop actin crazy
reminisce about all the good times daily
why you try pull that got me actin shady shady baby baby

[Blu]maybe we need some time alone
so we can just breathe
let it breathe
breathe
breathe out
let it breathe
breathe
breathe
breathe
breathe
yeah yeah yeah yeah let it breathe yeah
time to breathe yo...

****

Mi Seldar favorita añade la siguiente canción.

Tú también eres prueba viviente de que son imbéciles xD. No sabe lo que se pierde... Pero eh... Ha hecho cosas buenas... Como presentarnos =)

Un beso :*

El Canto del Loco - "Puede Ser"
(Gracias al amable anónimo cuyo comment me ha sacado de mi ignorancia xD)

No sé si quedan amigos
Ni si existe el amor
Si puedo contar contigo
Para hablar de dolor
Si existe alguien que escuche
Cuando alzo la voz
Y no sentirme sóla

Puede ser que la vida me guíe hasta el sol
Puede ser que el mal domine tus horas
O que toda tu risa le gane ese pulso al dolor
Puede ser que lo malo sea hoy

Naces y vives solo (x 3)

Voy haciendo mis planes
Voy sabiendo quien soy
Voy buscando mi parte
Voy logrando el control
Van jugando contigo
Van rompiendo tu amor
Van dejándote solo

Naces y vives solo (x 2)

Algo puede mejorar
Algo que pueda encontrar
Algo que me dé ese aliento
Que me ayude a imaginar
Y yo lo quiero lograr
Y sólo quiero recordar
Y darle tiempo a este momento
Que me ayude a superar
Que me dé tu sentimiento