6/23/2006

Wicked Game

(C) Blizzard - Warcraft III

En su día ala imagen que acompaña la transformé en wallpaper, y le inserté esta poesía, y me acompañó bastante tempo.

LXXIX

Una mujer me ha envenenado el alma,
Otra mujer me ha envenenado el cuerpo;
Ninguna de las dos vino a buscarme,
Yo de ninguna de las dos me quejo.

Como el mundo es redondo, el mundo rueda;
Si mañana, rodando, este veneno
Envenena a su vez ¿por qué acusarme?
¿Puedo dar más de lo que a mí me dieron?

Gustavo Adolfo Becquer

Grunttt siempre me dice “el primero que se enamora, pierde”. Y es cierto.

Hace poco le enseñé la foto de cierta persona. Me pidió primero que se la describiera. Ya he perdido la práctica en esto de describir a la gente. ¿Cómo se hacía?

No sé, lo típico: alto, delgado, moreno, ojos oscuros, complexión atlética. ¿Qué más se puede decir? Creo que la expresión “típico chico malo” es un buen resumen.

Acabamos divagando sobre porqué a las chicas nos gustan los “bad boys”. No tengo muy claro que se pueda generalizar. Creo que lo que cuenta es el reto, la caza. Grunttt me dice, a veces la caza es más importante que la presa. A veces la sensación de la adrenalina, el juego, es el verdadero premio.

Coincido con él.

Me ha pasado más de una vez toparme con algún XY que a priori parece interesante. Hasta que abre la boca. Hay algunas personas que te llaman la atención por el físico, y te tienen en sus redes unos segundos, hasta que no sé porqué motivo empiezan a irradiar un aura de “pardillo”.

Hay algunas personas especialistas en hacerse tan “interesantes” a primeras de cambio, que rozan lo pedante y se vuelven insoportables. Y lo estropean todo.

Imagino que es ahora cuando reconocemos que no queremos las cosas fáciles, que valoramos las cosas que nos cuestan esfuerzo. Que siempre quieres lo que no tienes, y lo que tienes lo desprecias.

Supongo que es ley de vida, somos así por naturaleza.

A la gente que te trata bien, acabas por tomarle el pelo. Quizás es un ejemplo más de “dar la mano y tomar hasta el brazo”. Siempre estás midiendo (o al menos yo) hasta dónde puedes llegar. Mides el talante de la gente que te encuentras, y te aprovechas de los débiles.

Estaba recordando, hace mucho tiempo, estuve realmente colgada de un chico de Madrid. Ya le he mencionado alguna vez.

Realmente colgada quiere decir que rallaba la obsesión.

Antes nos hablábamos de tanto en tanto por teléfono. Sabia su móvil, el móvil de su madre porque una vez me llamó mientras estaba de veraneo desde dicho teléfono ya que andaba sin batería en el suyo. Una vez, también, me llamó desde casa y conservé ese número. Entre los mails que me mandó, uno tenía su nombre “real” y no reflejaba solo el nick.

La información es poder.

Bien, como ya también he mencionado, detesto el “no” por respuesta. También me gusta tener la última palabra.

Un verano, me fui a Madrid a verle, sin tener la certeza de saber si iba a aparecer o no. Llegados a un punto, en uno de los locutorios de Gran Vía, frente a Callao, entré para consultar las páginas blancas. Así que con el número de teléfono fijo, y su apellido, le encontré y me personé en la puerta de su casa.

¡Dios mío! ¡Es una psicópata!

Si ser extremadamente decidida, y hacer todo lo que está en mi mano y más, y mover cielo y tierra para conseguir lo que quiero (sea lo que sea,) es ser una psicópata, sí, lo soy. ¿Qué pasa?

Bueno, esta persona cuando la llamé y le dije que estaba en su portal, puso una excusa tan lamentable que no la voy a transcribir.

No conseguí verle. Pero justo, justo, fue eso, el hecho de no haberle conseguido, lo que hizo que me obcecara aun más si cabe. Y estuve obsesionada con él tal vez cuatro años.

En esas de la vida, me topé con un chaval que arrollé en mi camino persiguiendo a ese cierto madrileño.

Fue lo típico: un día se queda en tu casa a cenar, ver una peli y se queda al final a dormir prácticamente. Y no sabes muy bien porqué (como me pasó este fin de semana también, patético) te quedas pensando: ¿qué carajo estás haciendo?. Y a pesar de que liarse con esa persona ni estaba en tus planes, ni tiene sentido, vas y te lías (y la que lías por el camino).

Decir que le traté mal, sería ser muy benevolente conmigo misma. Es posible que tenga el dudoso honor de ser la persona a la que peor he tratado en mi vida. Me gustaría poder decir que fue de forma inconsciente, pero no lo haré, porque entonces estaría mintiendo.

Después de liarnos aquel día, al día siguiente no sabía con qué cara mirarle ni dirigirme a él. Imaginaos el cuadro: yo, enamorada del tío de Madrid, voy y me lío con este. Total que no se me ocurrió nada mejor que llevarlo a un bar de Plaza Cataluña, e invitarle a una clara. Y ahí en medio le dije que no quería que volviera a pasar, y que lo sentía.

Bueno, vale, en las pelis funciona. Como hay mucha gente no te montan ningún número. Opino que hubiera dado igual donde le hubiera llevado. La reacción hubiera sido la misma: mutismo Empecé a sentirme mal, a darle más vueltas a la cosa, y casi me pongo a llorar. Ya ves tú qué mérito: yo, que dejo al tío, me pongo a llorar. ¿No debería haber sido al revés?. Y el angelito, aun me preguntó que “¿por qué?”.

Pues porque no me veía con ánimo de estar con nadie teniendo otra persona en la cabeza (aunque no fuéramos pareja). Lo veía como una forma de traición prácticamente. Hoy lo pienso y creo que si no tenía nada con nadie, no le debía fidelidad a nadie porque básicamente tampoco la estaba obteniendo. Así que quizás fue un comportamiento estúpido.

Bueno, la cosa acabó que nos quedamos delante del Corte Inglés de Plaza Cataluña sentados en un banco, charlando y volviendo a caer. Nefasto.

La situación duró más o menos un mes. Por un lado me lo pasé muy bien, pero por otro fue el peor mes de mi vida. Me sentía como una puta, con la salvedad de que no cobraba. Como una sucia manipuladora.

Sabía que podía hacer lo que hacía, y comportarme como me comportaba, porque le gustaba un montón. Hiciera lo que hiciera no pasaba nada: él ponía la otra mejilla. Y ese fue el catalizador.

Le miraba y me veía a mí con el de Madrid. Estaba haciendo exactamente lo mismo con él que el otro me hacía. No sé si fue verme reflejada en él lo que me molestó y me hizo “cortar”. Pero sabía que no quería seguir más así.

Hoy, un poco me arrepiento (bueno, un mucho). Pocas personas me han tratado tan bien como él. Está claro que fue tratarme bien un mes, que tendría más mérito de haber sido un año, porque un mes puedes mantener una fachada.

Precisamente, supongo, porque la cosa acabó así y podría haber seguido quizás bien, hay días que me acuerdo de esa persona. Qué hará, me pregunto. Ahora ya es difícil encontrarle.

Como siempre que le llamaba estaba ahí, le llamé muchas veces cuando lo pasaba mal con algún ex. Ex, que por cierto él conocía y pensaba que para colmo, era subnormal (visto así en perspectiva, debería darle la razón xD). Imagina el panorama: otro te putea y tu le llamas para quedar con él, tomar un café y que te consuele. Y el tío ahí, aguantando.

En fin, todo está bien mientras no te enamoras. Cuando lo haces pierdes el norte y te vuelves la cosa más estupidizada de la faz del planeta. Haces lo que de otra manera sería impensable y te martirizas luego por ello.

A veces pienso qué será de su vida. Una vez hace dos años nos vimos. Le di mi móvil. Evidentemente no me llamó, no puedo decir que no me lo mereciera. No es que quiera disculparme con él. Es solo que en algunas ocasiones recuerdas a esas personas que te hicieron sentir especial y quieres recuperarlas. No siempre es sencillo.

Digo que no siempre es sencillo, porque considero que imposibles no hay en esta vida solo cosas difíciles. Los retos. Y son precisamente los retos una de las cosas que más me gustan.

Me gustan esas situaciones próximas a la ruina, que te dejan para que las arregles. Esas misiones imposibles en un barco que se hunde y te dejan el timón justo cuando el capitán salta. Y te dicen: “Hala maja, páselo usted bien mientras el barco se hunde”. Hay un cierto no sé qué excitante en sobrellevar esas situaciones y transformar desastres en victorias.

A veces no sé si echo de menos a la persona, o si quiero saborear una vez más la presa con la sangre aun caliente.

Supongo que por eso acabo siempre con los imposibles, con los difíciles. Y así me va la vida.

No obstante, no soy de las personas que dan su brazo a torcer ante un buen reto. Y en eso estamos. Adoro una buena caza.


"Wicked Game"

The world was on fire and no one could save me but you.
It's strange what desire will make foolish people do.
I never dreamed that I'd meet somebody like you.
And I never dreamed that I knew somebody like you.

No, I don't want to fall in love. (This world is only gonna break your heart)
No, I don't want to fall in love. (This world is only gonna break your heart)
With you. With you. (This world is only gonna break your heart)

What a wicked game to play, to make me feel this way.
What a wicked thing to do, to let me dream of you.
What a wicked thing to say, you never felt this way.
What a wicked thing to do, to make me dream of you and,

I want to fall in love. (This world is only gonna break your heart)
No, I want to fall in love. (This world is only gonna break your heart)
With you.

The world was on fire and no one could save me but you.
It's strange what desire will make foolish people do.
I never dreamed that I'd love somebody like you.
And I never dreamed that I'd lose somebody like you no,

No, I want to fall in love. (This world is only gonna break your heart)
No, I want to fall in love. (This world is only gonna break your heart)
With you. (This world is only gonna break your heart)
With you. (This world is only gonna break your heart)
No, I... (This world is only gonna break your heart)
(This world is only gonna break your heart)

Nobody loves no one.

Chris Isaak

En fin es una lástima. Aun me acuerdo las tardes de poesía. Los dos sabíamos unas cuantas y a veces jugábamos a acabar la que empezaba el otro.

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